Nos juramos volver
Hay promesas que no se rompen, solo se quedan sin tiempo.
Nos juramos volver, pero la vida no quiso esperarnos.
Tú te cansaste de esperar, y yo me cansé de creer que todavía lo harías.
Quizá no era el momento.
O quizá sí, pero nos dio miedo reconocerlo.
A veces el amor no se acaba, simplemente se queda quieto.
En pausa.
Como una canción que ya no suena, pero sigue dentro.
Y ahí estamos: viviendo otras cosas, fingiendo que no duele,
intentando convencernos de que ya no importa,
aunque sabemos que sí.
Nos juramos volver, pero ninguno esperó lo suficiente.
Y aunque hoy caminemos por lugares distintos,
hay algo en mí que todavía recuerda el tono de tu voz cuando dijiste “hasta pronto”.
Como si “pronto” significara “nunca”.
Quizás algún día volvamos, sin jurarlo, sin prometerlo,
solo porque el destino se canse de hacernos girar en círculos.
Y si no… al menos sabré que alguna vez lo intentamos.
Y eso también cuenta.